Finalmente queremos referirnos a la importancia que se le otorgó a los aspectos educativos.
Si entendemos la gestión escolar como el conjunto de acciones, articuladas entre sí, que emprende el equipo directivo en un centro docente, para promover y posibilitar la consecución de la intencionalidad pedagógica en y con la comunidad educativa a fin de reconstruir y recuperar el sentido y el valor de la vida institucional, podemos decir que el PNEEM fue un ejemplo de gestión educativa.
Las dimensiones organizacional, administrativa, la pedagógico didáctica y la comunitaria estaban totalmente contempladas en el proyecto inicial y en los planes de trabajo que analizamos.
Los Boletines rescatan una concepción institucional seria y orgánica, con propuestas claras en cuanto al planeamiento, la vinculación con la comunidad, la potenciación de los agentes educativos en todas sus funciones, la creación de una red institucional fuerte para garantizar el éxito de la tarea y una continuada capacitación del personal en todos los aspectos de la labor. La sensación que tenemos al completar el análisis de los Boletines Didácticos es que nada se dejaba al azar, nada se improvisaba, todo se preveía con anticipación y se discutía en profundidad a fin de lograr los consensos y la capacitación imprescindibles para una tarea fructífera.
Había una concepción de escuela poderosamente asentada en una filosofía humanista y desarrolladora de lo mejor de lo humano en cada uno de los involucrados en la acción.
Se pretendía que creciera el personal docente, los auxiliares, los alumnos y sus padres y el vecindario en forma armónica ya que se percibía claramente que todos eran necesarios e importantes para lograr una comunidad fuerte, autogestionaria y madura para poder despegar de la pobreza.
No se buscaba el éxito fácil ni el halago superficial; la crítica y la autocrítica funcionaban activamente. Había conciencia de los límites como también de las responsabilidades y se esperaba de cada agente educativo el máximo de sus fuerzas para concretar la tarea.
Si seis años no alcanzaron para lograr todos los objetivos perseguidos ello se debe a que el desarrollo social no se logra fácilmente y menos en tan corto período de tiempo.
Por otra parte faltó el resto de la acción, la que debiera provenir del poder político, del gobierno, para avanzar en planos como el económico y el social y al final, también falló el apoyo de las autoridades de la educación del momento.
Pero hay un aspecto que fue de una fortaleza imposible de destruir: la formación que obtuvieron esos maestros y técnicos participantes de la experiencia.
Cada uno de ellos fue un verdadero puntal de la educación uruguaya a los largo de sus vidas docentes e hicieron escuela. Esa escuela de la que participamos las generaciones posteriores de maestros uruguayos y que nos ha obligado a rescatar esta experiencia para los que no tuvieron la oportunidad de convivirla.
Hortencia Coronel-Tomás Sansón |
